¡Gracias por estar aquí! Si bien nuestro eslogan es un reflejo de lo que deseamos: ¡Queremos que te lean!, con este blog te invitamos a que tú nos leas a nosotras y conozcas más allá de nuestras llamadas de trabajo. Escribiendo desde diferentes perspectivas queremos que sepas por qué amamos hacer libros, pero no sólo eso, también buscamos motivarte a seguir leyendo— o a empezar a leer—, a escribir a investigar, ¡a disfrutar!
Cada entrada será un guiño de nuestro sentir; estamos dando voz a nuestros gustos y pasiones, porque quienes estamos detrás de los libros que hacemos en Aguaa somos personas con historias distintas, pero con un punto de convergencia: el amor por los libros. Poco a poco te presentaremos nuestras secciones, y estamos seguras de que te enamorarás de cada una de ellas porque reflejan lo que somos y, a la vez, lo que eres.
En este espacio podrás encontrar recomendaciones de una joven madre para no morir en el intento cuando quiere leer, en la sección “Criando entre libros”. “Lecturas desde la periferia” tiene como fin dar a conocer autores y editoriales independientes con la intención de visibilizar la diversidad de trabajos que se realizan más allá de la industria editorial tradicional. Conocerás el arte de diseñar portadas en “Entre líneas y vectores”, ¡verás lo divertido que es! Incluso tendremos temas que pueden ser controversiales en “Servicios textuales”.
Nos encanta tenerte aquí, leyendo las líneas de presetación de nuestro blog que se manifiesta como un espacio necesario para expresarnos, para ser, para fluir en este manantial de letras.
Para cerrar y agradecer que hayas llegado hasta aquí, te regalamos un fragmento del poema que Jaime Sabines escribió a Rosario Castellanos cuando se enteró de su repentina muerte, de donde emana el nombre de este sitio.
Sólo una tonta podía dedicar su vida a la
soledad y al amor.
Sólo una tonta podía morirse al tocar una lámpara,
si lámpara encendida,
desperdiciada lámpara de día eras tú.
Retonta por desvalida, por inerme,
por estar ofreciendo tu canasta de frutas a
los árboles,
tu agua al manantial,
tu calor al desierto,
tus alas a los pájaros.
Recado a Rosario Castellanos.
Jaime Sabines