Una bruja, una pitonisa, la novia oscura y la magia del vidrio
¿Con base a qué seleccionamos nuestros libros favoritos? ¿Por qué consideramos que una lectura es mejor que otra? ¿Será que en el momento en que ese libro llegó a nuestras manos nos identificamos con algún personaje o simplemente porque el texto nos despierta alguna sensación?
En lo personal nunca me he sentido identificado con algún personaje de un libro; identifico las emociones, el contexto, pero jamás he dicho: “yo soy como ella, yo soy como él”.
Es cierto que para una persona lectora, la pregunta “¿Cuál es tu libro preferido?” es quizá una de las más difíciles de responder dado que hay tanto de dónde elegir: “Los demasiados libros” diría Gabriel Zaid, y pese a que es complicado dar una respuesta, lo cierto es que todos tenemos libros predilectos, y hoy justamente me gustaría hablarles de cuatro de ellos; no se trata precisamente de una recomendación, más bien es un “conóceme por lo que leo”.
La bruja y el espantapájaros
Quienes conocen mi librero personal saben que los ejemplares que abundan son de libros ilustrados. Este gusto llegó a mí cuando colaboré con el Fondo de Cultura Económica (FCE) y vi el trabajo de los distintos ilustradores. De hecho, mi colección tiene más ejemplares del FCE que de otras editoriales.
Aunque es difícil elegir uno para señalarlo como preferido, sí hay uno por el que siento especial cariño: La bruja y el espantapájaros, de Gabriel Pacheco. Este álbum ilustrado es bello desde la dedicatoria hasta cada una de sus ilustraciones, y es que no es necesario que se cuente con palabras para que entiendas de qué va.
Las ilustraciones —los dibujos— fueron nuestro primer medio de comunicación, el entender primitivo, la expresión primigenea.
“…y para los que miran el cielo”
La pitonisa de Aguaprieta
¿Cómo cantar una oda a la venganza? ¿Cómo invocar la justicia poética? Susana Pagano editó en Planeta este texto, fruto de un taller literario. Para mí es un libro digno representante de la literatura latinoamericana, lleno de emociones, miedo, traición familiar y brujería nata.
Es un espejo en donde se mira reflejos: una madre, una tía atea, una tía fanática religiosa, un homosexual castrado, un gringo amoroso, un esposo ebrio y pervertido. Al final satanás mostrará su auténtica identidad. ¿Quién de todos ellos será? ¿Quién bailará en la tumba de cada poblador de Aguaprieta?
“Severina se acercó a su primogénito, dejando por un instante el herraje entre las lenguas de fuego. Le abrió la camisa de un manotazo haciendo volar los botones. El pecho lampiño de Otoniel quedó al descubierto. Cerró los ojos, no quiso ser lo que seguía, pero lo sintió.
“El hierro candente se sumió en su abdomen, justo arriba del ombligo. AP, la marca de la casa.
“Por si algún día te falla la memoria, le dijo.”
La novia oscura
Somos mentira. Un buen día nos levantamos de la cama y decidimos ser un personaje y hemos mantenido ese personaje a lo largo de toda la vida. Somos buenas hijas, buenas trabajadoras, buenas madres, buenas ciudadanas, ¿somos?
Dicen que para dedicarte a “la vida” no debes utilizar el nombre de pila bautismal porque serás una prostituta maldita. La novia oscura, novela periodística de Laura Restrepo, narra la vida de Sayonara, mujer dedicada al sexo servicio que hizo de sí un mito, una leyenda, una luz violeta en medio de comunes luces amarillas.
¿Qué venden las mujeres de “la vida”? ¿Amor? ¿Contacto físico? ¿Historias compartidas? Pero ¿qué compran ellas? ¿Tienen derecho a vivir?
“Nosotras las de café nos dividimos en cien amores y no sabemos contentarnos con las delicias de un solo amor”.
El mundo mágico del vidrio
“En este mundo traidor nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.
El número 137 de la colección “La ciencia para todos” se titula El mundo mágico del vidrio, de la autoría de Tess López y Ana Martínez; no puede existir un nombre mejor.
En lo personal siempre he sentido especial fascinación por el vidrio: su textura, su color o ausencia de él, su capacidad de transmutar la luz o de reflejarla. Nada más increíble para mí que piezas de cristal antigüo. ¿Sabías que por su composición, el vidrio es más cercano a un líquido que a un sólido? Sí, ¡así de increíble como lo lees! Éste y otros cientos de datos curiosos los brindan las autoras de manera impecable en su texto.
“México dedica una rama de la industria vidriera a los niños. ¿Cuál crees que sea? Claro, las canicas. Pero ¿cómo se logra que sean tan redonditas? te vamos a platicar lo que sucede en una fábrica de canicas para que lo averigües. Lo primero que se ve son montones de arena silícea, arcilla, de la cual ya te platicamos en los capítulos anteriores. La meten en un horno que tiene una temperatura 15 veces mayor que la del agua cuando hierve. Sale un líquido al cual hay que dejar enfriar de 3 a 5 horas y después dejarlo salir, como sale un chorro de agua de la llave, y cortarlo con unas tijeras. Lo dejan caer libremente a unos rodillos con surcos que siempre están dando vueltas y que son los que le dan la forma esférica al vidrio. Es como cuando quieres hacer una pelota de plastilina y le das vueltas entre las manos. Las canicas bajan por una rampa y terminan de enfriarse, con lo cual se vuelven más resistentes. También se utilizan botellas rotas y desperdicios de vidrios para hacerlas transparentes, brillantes y juguetonas canicas. México es el principal productor de canicas del mundo. Se hacen de 5 a 6 millones por día y se exportan a Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Colombia y Argentina todo el mundo las quiere porque son las más redondas.”
La colección “La ciencia para todos” es la delicia intelectual, de hecho hay un concurso llamado “Leamos la ciencia para todos” http://www.lacienciaparatodos.mx/, donde alumnos participan con sus profesores.
Aquí termina este primer paseo por mi librero, sólo es una pequeña muestra de mis libros preferidos, aunque tengo más, muchos más. Quiero que me conozcas así: por lo que leo, pero también, como lo dice nuestro eslogan, ¡Queremos que te lean!, así que… ¿cuáles son tus libros favoritos? Cuéntanos…